El objetivo fundamental de la memoria es identificar y comunicar las buenas prácticas en materia de responsabilidad social que la empresa realiza. Esta fórmula, supone además una manera de mejorar la reputación y generar una mayor confianza de los distintos agentes de interés -clientes, proveedores, empleados, sociedad...- hacia la empresa.
La comunicación con estas partes interesadas redundará en una serie de beneficios, tanto en el ámbito económico como en lo referido a la imagen empresarial y otros aspectos, tales como:
- Mantener unas relaciones más transparentes y estrechas con las entidades financieras, que pueden mejorar el acceso al capital.
- Conocer en profundidad de las necesidades de los clientes, y fidelizar los productos.
- Incrementar la capacidad innovadora, mediante la observación de las necesidades del cliente desde un punto de vista diferente.
- Motivación del personal de la empresa implicado con la consecución de objetivos.
- Mostrar una imagen empresarial acorde con los compromisos adquiridos.
- Anticiparse a potenciales problemas de índole ambiental, económico o social que puedan afectar a la empresa.
- Identificar e integrar en la planificación estratégica de la empresa las distintas iniciativas sociales o medioambientales, realizadas con carácter voluntario desde la propia organización.